Otras veces, los efectos ópticos son los protagonistas, creando juegos de luces y sombras proyectados en el cielo. En ese caso hablamos de los rayos crepusculares.
Durante la salida y en la puesta del sol el cielo muestra a menudo su cara más fotogénica: un desfile de colores en las nubes conforme avanzan los minutos que rodean al crepúsculo de la mañana o de la tarde… En función de la altitud de cada género nuboso y del momento del crepúsculo, los tonos son diferentes y van evolucionando.
Los rayos crepusculares son haces luminosos que parecen tener su origen en un único punto del cielo. Crean una alternancia de luces y sombras en el firmamento, y se pueden ver durante la puesta o la salida del Sol, cuando existe un mayor contraste entre luz y oscuridad. Para que se produzcan los rayos de luz deben encontrarse con algún obstáculo, como las nubes o un accidente geográfico.




