La NASA anunció la realización de dos misiones espaciales a venus, un planeta en donde las altas temperaturas de su superficie derriten el plomo.
Venus es el segundo planeta del Sistema Solar y el más semejante a La Tierra por su tamaño, gravedad, masa, densidad y volumen. Pero hasta ahí; Venus es inhabitable por su calor infernal.
Venus se formó hace 4 mil millones de años. Al terminar de formarse continuo siendo bombardeado con material sobrante. Muchos planetas muestran los restos de esta actividad ya que tienen muchos cráteres en la superficie. La actividad en la superficie puede actuar para cambiar a los cráteres.
Venus se calentó desde adentro, y se separó en capas. Ya que está Venus cerca del Sol, la atmósfera se formó diferente que la de la Tierra, como sugiere la idea de Ricitos de Oro. Luego, Venus se comenzó a enfriar. La corteza se comenzó a espesar, tal y como se endurece la gelatina cuando se está haciendo. La corteza gruesa no permitió una deriva continental. Esto también limitó el reciclaje de la atmósfera.
A pesar de su corteza gruesa, la actividad en la superficie, incluyendo el vulcanismo, puede que continue hasta el día de hoy mientras Venus se sigue enfriando.

La agencia espacial estadounidense emitió un comunicado en el cual anuncian la realización de dos misiones espaciales al Venus. El objetivo es poder conocer nuevas características del que es uno de los planetas más cercanos a la Tierra.
“Es sorprendente cuán poco sabemos sobre Venus“, señaló uno de los científicos de la NASA. Se estima que el planeta tuvo un período en el cual estaba formado por océanos y un clima similar al nuestro.
Las investigaciones intentaran recolectar información que pueda dar la explicación del cambio que sufrió en su atmósfera que lo llevaron a tener una temperatura que podría derretir una barra de plomo.
Las misiones fueron seleccionadas entre todas las postuladas para el programa Discovery que realiza la NASA. Tendrán un financiamiento de US$500 millones para su confección y se espera que puedan ser ejecutadas entre 2028 y 2030.
Bill Nelson, administrador de la NASA, describe que se trata de “una oportunidad de investigar un planeta que no hemos visitado en más de 30 años”. La última vez que una sonda estadounidense tocó el suelo de Venus fue en 1990 con el proyecto Magallanes.
“Estas dos misiones tienen como meta comprender cómo Venus se transformó en un mundo que es como un infierno, con una temperatura en su superficie que puede derretir el plomo”, expresó Nelson.
A pesar de estar ubicado antes que Mercurio en cercanía al sol, es el planeta con mayor temperatura de nuestro sistema. Se estima que su superficie consigue alcanzar unos 500 grados centígrados.

Una de las misiones se llamará Davinci+ y tendrá el objetivo de hacer unas mediciones que den cuenta del cambio en la historia de Venus. La segunda denominada Veritas, mapeará la superficie del planeta para comprender su historia geológica y por qué evolucionó en forma tan diferente a la Tierra.
Vía: https://planetavivo.cienradios.com/