Cuando se propicia una erupción en una región donde existen más volcanes, surgen de inmediato rumores que emergen desde la incertidumbre. ¿Puede producirse una cadena de erupciones?.
Las erupciones volcánicas se producen por el calentamiento del magma del interior de la Tierra, el mismo que busca salir a través de los volcanes. Las erupciones volcánicas pueden provocar daños irreparables tales como la pérdida de vidas humanas.
Algunas víctimas mueren por lesiones o quemaduras provocadas por los escombros de estructuras derrumbadas por las ondas sísmicas del volcán, o por la lava emanada. Otros perecen por inhalar gases venenosos, y hasta hay personas que mueren por el intenso calor presente en el área del siniestro.
La roca fundida emitida por un volcán se llama lava. La lava recién emitida puede tener temperaturas entre 700 y 1200 ºC, esto va depender de su composición química. Los fragmentos emitidos por una erupción, se denominan piroclástos; se les denomina ceniza cuando tienen menos de 2 mm de diámetro, lapilli cuando sus dimensiones están entre 2 y 64 mm, finalmente si poseen mas de 64 mm se denominan bloques o bombas.
Fuerzas naturales que se conjugan
No comprendemos la fuerza de la naturaleza hasta que se presentan eventos que nos muestran su verdadera magnitud. Cuando esto sucede las preguntas nos invaden y la incertidumbre en ocasiones nos lleva por el camino de la desinformación. Con la reciente erupción del volcán de La Palma, las preguntas sobre cómo funciona la actividad volcánica han invadido la conciencia colectiva. Y muchos se preguntan si un volcán en erupción puede activar otros volcanes cercanos. La ciencia nos muestra el camino para dar respuesta a este cuestionamiento y con ello ayudar a evitar la desinformación que sólo conlleva al miedo infundado.
Cuando se propicia una erupción en una región donde existen más volcanes, surgen de inmediato rumores que emergen desde la incertidumbre. El más común es aquel que dice que un volcán en erupción es capaz de poner en actividad a otros volcanes cercanos a la región. Sin embargo, la mayoría de estos mitos o rumores sólo tienen su base en la especulación y son falsos. Para comprender más sobre el tema primero hay que entender cómo es el proceso de erupción de un volcán.
En el interior de la Tierra, existe una capa compuesta por rocas fundidas, cristales y gases, a temperaturas sumamente elevadas al que llamamos magma. Pero en las capas más exteriores las temperaturas son más frías y por lo tanto más sólidas. En estos niveles tenemos lo que denominamos las placas tectónicas, en ocasiones, en los bordes de estas se forman los volcanes, que son ductos de escape para la Tierra. En otras palabras, cuando existe una presión muy grande debido al aumento de temperatura en el magma en el interior del planeta, este tendrá una forma de escape a través de los volcanes y así es como se producen las erupciones.
Si bien es cierto que sabemos que el magma es el causante de las erupciones, también es cierto que los volcanes no se encuentran interconectados entre sí. Los sistemas que se ubican debajo de nuestros pies no funcionan de manera tan simple, es decir, no todos los volcanes están unidos en una red subterránea. Y no todos los volcanes comparten depósitos de magma por lo que, en la mayoría de los casos, los sistemas volcánicos son independientes unos de otros. Lo que significa que no inciden entren sí.
¿Puede un volcán activar otros volcanes cercanos?
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, no existe evidencia científica que afirme que una erupción volcánica pueda activar otros volcanes cercanos. Existen en el mundo muy pocos volcanes que comparten reservorios de magma y que por lo tanto podrían desencadenar la actividad de un volcán circundante. En la historia geológica esto ha ocurrido en muy contadas ocasiones, una de ellas en Alaska cuando la erupción del volcán Novarupta en 1912, fue impulsada por el reservorio de magma debajo del Monte Katmai. En aquella ocasión Katmai no tuvo actividad, sin embargo, tiempo después se derrumbó en la cámara de magma vacía debajo de él.
Otro ejemplo donde sí hubo actividad volcánica en más de un monte fue en 1994, cuando en Papúa Nueva Guinea, Tavurvur y Vulcan erupcionaron al mismo tiempo. Pero en este caso propiamente no es que un volcán activara a otro, sino que el magma encontró dos distintas formas de emerger a la superficie. Aunque como ya hemos dicho, la mayoría de los volcanes del mundo no están interconectados entre sí y son independientes unos de otros. Por lo que la posibilidad de que un volcán en erupción pueda activar a otros volcanes es casi nula.