Los océanos son los pulmones de nuestro planeta, pues generan la mayoría del oxígeno que respiramos. Celebra su riqueza y belleza.
Las ciudades, los cerros, las grandes planicies por las que corren las carreteras en las que parece que la tierra se extiende hasta el infinito, todo eso no es nada comparado con la bastedad del océano. Las aguas nos atraen tanto como nos aterran desde tiempos inmemorables. Se dice que se debe tener respeto al mar. Cuando observas por la noche esa masa oscura e infinita que nos muestra la verdad acerca del mundo, ¿no crees que realmente debemos respetarlo?
Este 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos. Se trata de una fecha que llama a la concienciación acerca de la basura que hemos llevado a ese inhóspito y muchas veces inexplorado lugar. Si bien no es nuestro hábitat, sí es el de miles de millones de criaturas. Además, los océanos son los pulmones de nuestro planeta, pues generan la mayoría del oxígeno que respiramos. Motivo suficiente para cuidarlos, ¿no crees?
Estos datos pueden despertar tu curiosidad acerca de los océanos y motivarte para que este 8 de junio tú también celebres su belleza y riqueza.
No es azul
En realidad el mar no tiene color, pero así lo vemos como resultado de las longitudes de onda del rojo y naranja del sol, que son absorbidas por la superficie, permitiendo que las longitudes de onda azul vayan hacia abajo. Por eso, a mayor profundidad, más intenso es el azul.
El Punto Nemo
El Punto Nemo –conocido como el polo de Inaccesibilidad del Pacífico– es el lugar del océano más alejado. El pedazo de tierra firme más cercano se encuentra a 2688 kilómetros de distancia. Para que tengas una idea, las personas que más cerca pasan por ese punto, son los astronautas a bordo del ISS que se encuentran a 400 kilómetros de distancia del planeta.
El corazón de la oscuridad
La parte más profunda del océano, esa donde la oscuridad es total y en la que la presión no permite la vida tal como la conocemos o imaginamos, es de 10.923 metros. Se le conoce como el Abismo de Challenger y se encuentra en la Fosa de las Marianas, cerca de las Filipinas.
No conocemos la vida que hay en ellos
Aunque en tierra continuamos descubriendo nuevas especies y a veces incluso captamos animales que creíamos extintos, en los océanos es distinto. Se dice que el ser humano sólo ha conocido un tercio de la vida que hay allí, por lo que si peces ciegos, transparentes y hasta eléctricos te sorprenden, imagina lo que aún podemos descubrir.
El pulmón del planeta
El amazonas, los bosques y los parques cercanos a tu casa ayudan a limpiar y liberar el oxígeno que necesitamos para sobrevivir, pero sin duda el mar es el verdadero responsable de que vivamos, pues proporciona el 70 % del oxígeno en el planeta.
Erupciones volcánicas
Esas impactantes imágenes de volcanes haciendo erupción no son nada comparadas con lo que sucede bajo los océanos, pues ahí tiene lugar la mayoría de las erupciones del planeta. Sin embargo las condiciones de vida son tan difíciles que casi no existe vida alrededor de estos sitios.
La montaña más alta
La cima del mundo es el Monte Everest, que se alza a 8.848 metros sobre el nivel del mar. Pero si contamos que el volcán inactivo Mauna Kea en Hawái tiene su base en la profundidad del océano, sería más alto que el Everest. Fuera del mar, el Mauna Kea tiene una altitud de 4,207 metros, pero en su totalidad mide más de 10 mil metros.
Olas asesinas
Hasta 1995 se creía que las olas gigantescas eran un mito de marineros, pero después de descubrir que las olas de 12 metros sí existen, se han comenzado a creer los rumores. Aunque no se sabe qué historia es verídica y cuál es ficción, el famoso faro de Fastnet en Irlanda reportó en 1985 una ola con una altura de 48 metros, que equivale a un edificio de 14 pisos.
Los océanos continúan siendo un misterio para nosotros, pero hoy los estamos contaminando y eliminando la majestuosidad que existe en ellos. Es importante tomar conciencia, pero también crear acción para erradicar toda la contaminación que existe en estos gigantes azules.
Fuente: Labioguia