No nos percatamos de ello, pero la Tierra está constantemente girando. Rota sobre sí misma alrededor del Sol. Pero eso es algo que todos hemos estudiado desde pequeños.
Lo que nos vamos a preguntar hoy es lo siguiente: Si nuestro planeta dejara de rotar, ¿qué pasaría? ¿Cómo afectaría a la vida en la Tierra? La respuesta a estas preguntas, además de difícil, hay que dividirla en dos posibles, según cómo sea esa detención de la rotación. ¿Vamos a ello?
La Tierra se detiene poco a poco
Supongamos que la rotación de la Tierra se detiene poco a poco, en cuestión de meses o, incluso, años. ¿Qué pasaría una vez que el planeta se hubiera frenado por completo? Me voy a saltar todo lo relativo a cómo afectaría a las telecomunicaciones, GPS, y demás tecnología artificial, y nos centraremos sólo en cómo afecta a nivel natural.
Para empezar, al no girar más que alrededor del Sol, el día duraría un año (6 meses de día, 6 meses de noche). Así, desaparecería el campo magnético de nuestro planeta y la radiación solar destruiría la escasa vida que pudiera quedar. La mitad de la Tierra estaría expuesta a una temperatura casi insoportable para la vida. La otra mitad se helaría.
Las temperaturas extremas, tanto abrasadoras en los seis meses de luz, como gélidas en los seis meses de oscuridad, convertirían nuestro planeta en un desierto gigante. Los océanos sufrirían una fuerte evaporación debido a las altas temperaturas, formando tal cantidad de nubes que taparían la luz que llega del Sol, a modo de efecto invernadero a lo grande. Esa falta de luz acabaría con las plantas, y debido a que son las que regulan la cantidad de oxígeno en nuestro planeta, ya podéis imaginar la suerte que le esperaría a la mayor parte de seres vivos sobre la Tierra.
La Tierra se detiene de golpe
Pensemos: la Tierra, gira a una velocidad de casi 1.700 Km/h en el ecuador, la zona más central de nuestro planeta. Y conforme nos movemos hacia los polos, esa velocidad de giro es menor, obviamente, ya que la distancia que se ha de recorrer para un giro completo es menor, llegando a 0 Km/h en los extremos más polares. Decimos que la Tierra se detiene de golpe, no paulatinamente como antes. ¿Qué ocurriría? Pues imagina chocando un coche contra un muro a 1.700 Km/h y te harás una idea. Todo aquello que no esté anclado a la superficie terrestre (lo que incluye prácticamente todo, incluidos nosotros), saldríamos despedidos. Coches, edificios, personas, puentes… Todo saldría volando por la fuerza centrífuga (o falta de ella) e inercia.
Pero no sólo eso. Imaginemos ahora un barreño con agua, en un coche a 1.700 Km/h que se estrella. ¿Qué le pasaría al agua de ese barreño? Pues lo mismo ocurriría con los mares y océanos. Se formarían olas gigantescas que inundarían gran parte de la superficie terrestre arrasando lo poco que quedara en pie tras el frenazo.
Todo esto se vería minimizado cerca de los polos, donde la velocidad es menor, siendo el único lugar donde sería posible sobrevivir a este desastre. Al igual que quien se encontrara en un avión, volando, en ese preciso instante. Que luego sea capaz de aterrizar, es otra historia. Y por supuesto, tras todo este horror al detenerse de golpe, lo que seguiría está descrito en el apartado anterior, haciendo imposible nuestra supervivencia.
Es asombroso ver como algo que apenas tenemos en cuenta y a lo que no le damos importancia, como es el simple hecho de que la Tierra gira, resulta tan determinante para que nuestro planeta funcione tal y como lo hace y que, por ello, somos capaces de habitarla. De todas formas, no hay de qué preocuparse, porque algo tan aterrador nunca llegará a ocurrir… ¿o sí?
Y para quien quiera saber más, aquí os dejo un documental que explicaría con mayor precisión y extensión qué ocurriría en este supuesto «¿Y si…?»