Los géiseres son fuentes termales que expulsan columnas de agua subterránea a decenas de metros de altura, produciendo un fenómeno de lo más curioso.
Un géiser es un tipo de fuente termal el cual expulsa grandes columnas de agua hirviendo con una gran fuerza. Su nombre procede de la palabra islandesa geyser, cuyo significado es ‘surtidor’, lo que describe a la perfección su actividad. El agua que se expulsa por estos géiseres procede de pozos subterráneos, y dicha actividad se produce de una forma más o menos regular, siempre dependiendo de las características propias del mismo.
Este tipo de columnas de aguas procedentes del subsuelo, salen por un pequeño agujero que aparece en el suelo, y pueden llegar a alcanzar hasta decenas de metros por encima de nuestras cabezas. El géiser de mayor altura conocido hasta el fecha fue el géiser Waimangu (Nueva Zelanda), que en 1904 alcanzó los 457 metros de altura.
El agua sale por las tres cabezas y forma charcos de fango. Las raras formas cónicas son el resultado del calcio en el agua que se solidifica lentamente para producir el mineral travertino.
Los géiseres fueron creados a partir de pozos hechos por el hombre y están activos las 24 horas del día durante todo el año.
Las rocas y los charcos poco profundos cercanos al géiser están demasiado calientes como para caminar por ellos sin zapatos. Sin embargo, los más alejados están suficientemente fríos como para que los visitantes se bañen en ellos.
Fotografía: Justin Majeczky, Andy AJ, Nick Didlick