El suelo contiene cantidades considerables de carbono y nitrógeno, que pueden liberarse en la atmósfera en función del uso que le demos al suelo.
La deforestación o reforestación, la descongelación del permafrost pueden decantar la presión sobre las emisiones de gases de efecto invernadero hacia un lado u otro. El cambio climático también puede alterar sustancialmente lo que los agricultores pueden producir y dónde.
El suelo y la tierra desempeñan un papel fundamental en el cambio climático, tanto como víctimas como potenciales soluciones. Aquí te presento algunos puntos clave para entender esta compleja relación:
El suelo como víctima del cambio climático:
- Degradación del suelo:
- El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de lluvia pueden llevar a la sequía, la erosión y la desertificación, reduciendo la fertilidad del suelo y su capacidad para retener agua.
- Eventos climáticos extremos, como inundaciones e incendios forestales, también pueden dañar gravemente la estructura y la composición del suelo.
- Liberación de carbono:
- Los suelos almacenan grandes cantidades de carbono. La degradación del suelo, especialmente la deforestación y la agricultura intensiva, libera este carbono a la atmósfera en forma de dióxido de carbono (CO2), un importante gas de efecto invernadero.
- Impacto en la agricultura:
- La degradación del suelo y los cambios en el clima afectan la productividad agrícola, lo que puede llevar a la inseguridad alimentaria y la migración.
El suelo como solución al cambio climático:
- Secuestro de carbono:
- Los suelos sanos pueden capturar y almacenar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera, ayudando a mitigar el cambio climático.
- Prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura de conservación y la agroforestería, pueden aumentar el secuestro de carbono en el suelo.
- Regulación del ciclo del agua:
- Los suelos sanos pueden retener agua, reduciendo el riesgo de inundaciones y sequías.
- La vegetación y los suelos saludables pueden influir en los patrones de lluvia locales y regionales.
- Biodiversidad del suelo:
- La diversidad de microorganismos en el suelo es crucial para su salud y su capacidad para secuestrar carbono y regular el ciclo del agua.
- Proteger y restaurar la biodiversidad del suelo es esencial para la resiliencia al cambio climático.

EEA
Vía: Tiempo (Revista RAM)