Los numerosos y espectaculares colores de las nubes de Rho Ophiuchi son sólo un reflejo de los muchos procesos que allí tienen lugar.
La colorida región de formación de estrellas Rho Ophiuchi, a unos 400 años luz de la Tierra, contiene nubes de gas y polvo cósmicos muy frías (alrededor de -250 grados Celsius) y densas, donde nuevas estrellas están naciendo. Las nubes están compuestas principalmente de hidrógeno, pero contienen trazas de otros productos químicos y son los objetivos principales para los astrónomos que están a la caza de moléculas en el espacio. Usando el telescopio APEX para observar esta región, los astrónomos han descubierto por primera vez moléculas de peróxido de hidrógeno en el espacio interestelar, en el área marcada con el círculo rojo.
Las regiones azules brillan, sobre todo, porque reflejan la luz. La luz azul de la estrella Rho Ophiuchi y estrellas cercanas se refleja de manera más eficaz en esta parte de la nebulosa que la luz roja. Por la misma razón el cielo de la Tierra se ve azul a plena luz del día.
El brillo de las regiones rojas y amarillas se debe, principalmente, a las emisiones procedentes del gas atómico y molecular de la nebulosa. La luz de las estrellas azules cercanas, más energéticas que la brillante estrella Antares, arranca electrones del gas, que emiten luz cuando posteriormente los electrones se recombinan con el gas.
Las zonas de color marrón oscuro indican la presencia de granos de polvo nacidos en atmósferas estelares jóvenes que bloquean de manera muy eficaz la luz emitida detrás de ellos.
Las nubes de la estrella Rho Ophiuchi , mucho más cerca de nosotros que el cúmulo globular M4, en la parte inferior izquierda de la imagen de más arriba, tienen más colores que la vista humana puede percibir. De hecho, las nubes emiten luz en todas las longitudes de onda, desde las frecuencias de radio hasta rayos gamma.

Vía: elsofista.blogspot