Se trata de un tipo de polietileno formado por varios compuestos (etileno y acetato de vinilo) que es uno de los grandes aliados de la industria fotovoltaica.
La energía solar comienza con el sol. Las placas solares (también conocidas como paneles solares o “paneles fotovoltaicos “, se utilizan para convertir la luz del sol, que se compone de partículas de energía llamadas ” fotones “, en electricidad de manera que esta se pueda utilizar para alimentar cargas eléctricas.
Las placas solares se pueden utilizar para una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo sistemas remotos de energía para cabinas, equipos de telecomunicaciones, teledetección y, por supuesto, para la producción de electricidad a través sistemas solares y comerciales de energía solar .
Cómo se originaron los paneles solares
El desarrollo de la energía solar se remonta a más de 100 años. En los primeros días, la energía solar se utilizó principalmente para la producción de vapor que podía ser utilizada para impulsar la maquinaria. Pero no fue hasta el descubrimiento del ” efecto fotovoltaico ” de Edmond Becquerel que permitiría la conversión de energía solar en energía de consumo. El descubrimiento de Becquerel condujo entonces a la invención en 1893 por Charles Fritts de la primera célula solar genuina que se formó recubriendo hojas de selenio con una delgada capa de oro. Y desde este humilde comienzo surgiría el dispositivo que hoy conocemos como placa solar .
Hoy en día, las placas solares y sistemas completos de paneles solares se utilizan para alimentar una amplia variedad de aplicaciones. Sí, las placas solares en forma de células solares se siguen utilizando en las calculadoras. Sin embargo, también se están utilizando para suministrar energía solar a casas enteras y edificios comerciales, como ocurre por ejemplo con sede de Google en California.
Cómo funcionan las placas solares
Las placas solares recogen la energía renovable limpia a partir de la luz del sol y convierten esa luz en la electricidad que puede entonces ser utilizada para proporcionar energía para cargas eléctricas. Los paneles solares están compuestos de varias células solares individuales que a su vez se componen de capas de silicio, fósforo (que proporciona la carga negativa) y boro (que proporciona la carga positiva).
Los paneles solares absorben los fotones y, al hacerlo, inician una corriente eléctrica. La energía resultante generada de los fotones que golpean la superficie del panel solar permite que los electrones sean llevados fuera de sus órbitas atómicas y lanzados en el campo eléctrico generado por las células solares que entonces tiran de estos electrones libres en una corriente direccional. Todo este proceso se conoce como el efecto fotovoltaico.