Arcoiris Lunar. Es un curioso fenómeno que solo puede observarse en las noches de luna llena y que raramente es captado por el ojo humano.
Un precioso arcoíris, similar al que vemos en el cielo cuando el Sol comienza a asomar después de un día lluvioso. Pero con la diferencia de que en este caso no había ni rastro del astro rey y parecía ser la Luna la que había propiciado esa imagen tan bonita.
Al contrario que los arcoíris que se generan durante el día, en este caso los colores son muy débiles, ya que la intensidad de la luz procedente de la Luna es mucho menor que la que emite el Sol directamente. No debemos olvidar que nuestro satélite no tiene luz propia y que la que parece proceder de él en realidad es el resultado de la luz solar reflejada en ella, por lo que llega hasta el agua con menos “fuerza” que durante el día.
Ocurre por la refracción de la luz, en este caso lunar, sobre una lluvia o neblina nocturna. Los arcoiris lunares son relativamente tenues, debido a la escasa cantidad de luz que llega desde la Luna. Los arcos lunares se encuentran siempre en el lado opuesto del cielo desde el que llega la luz de la luna. También se le conoce arco iris blanco o sencillamente arco lunar.
Condiciones en que se producen
Para que se produzca un fenómeno de este tipo, el cielo debe estar despejado sin nubes oscuras, cuando la fase sea de luna llena y su luz sea la más brillante, después del crepúsculo vespertino o antes del crepúsculo matutino, donde la luna está baja, y también cuando la humedad es abundante.
Estos arcoiris nocturnos son producto del paso de la luz de la luna a través de diminutas partículas de humedad, por lo que lo más habitual es encontrarlo en el entorno de grandes cascadas de agua.
Observación del arco iris lunar
Es difícil distinguir los colores en un arco iris lunar porque la luz es generalmente demasiado débil para excitar los conos receptores de colores del ojo. Sin embargo, con las cámaras fotográficas se puede captar fácilmente los distintos colores, la galería de imágenes de arcoiris es muy particular, ya que aquí se muestran los arcoiris más raros y poco frecuentes: de este fenómeno en particular. En el caso de los arco iris nocturnos es la luz de la Luna la que contribuye a su formación. La escasa frecuencia de este fenómeno óptico atmosférico se debe a que es necesario que coincidan varias circunstancias propicias para que se produzca un arco lunar.
Vía: ecured Fotos: Chris Rogers