Peligrosa: La inversión térmica potencia la contaminación del ambiente durante los meses más frío. Producto de la interacción del aire más frío y seco, con la contaminación del aire.
La inversión térmica es un proceso natural que afecta a la circulación del aire en las capas bajas de la atmósfera. Esto conjunto con la contaminación atmosférica puede ser peligroso para la salud, ya que la población se expone a respirar un aire más contaminado de lo normal.
El aire suele estar en constante movimiento, con las capas más calientes en la parte inferior de la atmósfera y las más frías en la parte superior. Cuando ese ciclo se interrumpe, se forma una capa de aire frío que queda inmóvil sobre el suelo e impide la circulación atmosférica regular.
Esta situación, que dificulta la dispersión de las partículas en suspensión al dejarlas «atrapadas» cerca de la superficie, se produce con más frecuencia en las noches despejadas del invierno. Eso se debe a que el suelo pierde calor por radiación y las capas más próximas a él se enfrían más rápido que las superiores.
Inversión térmica y contaminación
Cuando el aire se mueve con normalidad hace circular grandes cantidades de polvo, humo y partículas suspendidas, eliminando la contaminación y limpiando la atmósfera de manera natural. Por eso, cuando la inversión térmica inmoviliza las capas inferiores cercanas al suelo sobre una ciudad, quedan atrapados los contaminantes suspendidos.
Justo en época de frío
Este fenómeno –llamado inversión térmica– se produce con más frecuencia en las noches despejadas de invierno, cuando el suelo ha perdido calor por radiación y las capas de aire cercanas a él se enfrían más rápido que las capas superiores.
Imagen de portada de la nota: Santiago presenta altos niveles de esmog durante el invierno. Foto: Andrés Pérez
Con información de: https://airedemadrid.madrid.es/