Conos volcánicos y un extenso escorial de lava de diversos colores conforman un paisaje sorprendente al visitar la Reserva Provincial La Payunia.
Los rastros de la actividad que tuvieron –y siguen teniendo– los 800 volcanes que dominan la escena. La zona es de las mayores concentraciones volcánicas de Sudamérica. Se pueden recorrer cráteres, introducirse en cavidades o estar parado en una colada de lava.
Pampas negras, manchas rojas, extensiones de vegetación amarilla, cielo azul. Parados frente al viento nos da la sensación de estar en una excursión por Marte o como dicen los guías «disfrutando de un paisaje lunar».
La geología de la Payunia es única en el mundo. Las tierras negras, residuos de las erupciones volcánicas, alternan con manchas rojas que son el efecto de oxidación en explosiones que sucedieron con lluvias y tormentas. Los coirones amarillos completan el paisaje.
Si las excursiones grupales no son de tu agrado podés entrar en camioneta, siempre con un guía habilitado que deberás contratar. No está permitido el acceso sin guía. Se puede ingresar a pie por la Pasarela, un puente colgante sobre las aguas del Río Grande que atraviesa una gran grieta de roca volcánica, de 12 metros de profundidad.
Pero lo más atractivo será recorrer las grandes extensiones en vehículo. Hay una huella que nos llevará por los principales hitos que integran La Payunia con Llancanelo.
Vía: inmendoza
Fotografía: Albert Clavería, Diego Val