Hay fenómenos en la naturaleza cuya apariencia puede resultar muy inquietante si no se conocen las causas
De pronto, Johann Esaias Silberschlag se sintió sobrecogido por la imagen. A los pies del brumoso monte Brocken, uno de los picos más bajo de los montes Harz, en Alemania, se encontraban diminutos bosques, caminos y pequeñas casas esparcidas de manera irregular. Pero no era este paisaje lo que le había sorprendido tanto. Una enorme figura humana, gigantesca, hacía sombra a grandes extensiones de terreno allá abajo.
Para completar la estampa, una increíble aura irisada rodeaba la silueta. Era su propia sombra, proyectada como la de un potente gigante sobre la tierra, la que se recortaba contra el arcoiris. El fenómeno le inspiró tanto que en los meses venideros estudió y describió lo que hoy se conoce como espectro de Brocken.
Imaginemos una zona boscosa, en plena montaña y rodeada por la niebla. El aspecto ya de por si es fantasmal y amenazante, pero si además le añadimos la visión de una figura alargada, humanoide y rodeada de un semicírculo con forma de arcoíris… la visión puede ser aún más terrorífica.
Su descubrimiento
Para poder comprender bien este fenómeno hay que remontarse al año 1780 en las montañas Hartz de Alemania. En esta zona de bosques se encuentra el pico Brocken, el monte más alto de esta sierra con 1.142 metros de altura sobre el nivel del mar. Este sitio siempre ha estado sujeto a leyendas y fue precisamente allí donde el naturista y biólogo alemán Johann Esaias Silberschlag descubrió lo que hasta entonces la gente del lugar conocía como “el espectro de la montaña”. Este fenómeno le impresionó tanto que, no dejándose llevar por la leyenda popular, decidió investigarlo y bautizarlo con el nombre de la zona donde solía observarse.
Pero la explicación al espectro de Brocken no es nada complicada. Se produce normalmente en zonas de montaña con niebla y siempre que el sol está detrás de nosotros brillando. La luz del astro rey proyecta la sombra del espectador sobre el banco de niebla que se encuentre por delante. Por la difracción de la luz, alrededor de dicha sombra aparece una especie de aura de color arcoíris al reflejarse la luz solar sobre las gotitas de agua suspendidas y en forman de niebla.
Sin embargo, no solo observaremos formas humanoides ya que también se han avistado con la sombra de un avión o globo aerostático.
Además, en ocasiones si el banco de niebla no es estático y se mueve, puede dar la sensación de que la sombra humana lo hace con ella, intentando hacer creer al espectador que algo sobrenatural lo persigue.
Vía: quo.es/naturaleza