Su maravillosa majestuosidad interpretada por distintas civilizaciones Las civilizaciones milenarias le daban un sentido sagrado a los eclipses.
Con el avance del conocimiento científico se derribaron mitos y leyendas. Desde el primer registro de un eclipse en China hasta hace un par de siglos atrás, estos fenómenos astronómicos han revolucionado las distintas sociedades que habitaron el planeta Tierra.
El hombre siempre miró desde la tierra que pisaba al cielo para venerar al Sol, la Luna, las estrellas y los cometas o meteoritos. El cielo despertaba una fascinación y respeto por ser el lugar donde habitaban los dioses y hacedores de todo lo terrenal.
El astrónomo E.C. Krupp, director del Observatorio Griffith de Los Ángeles y autor de varios libros sobre el tema, plantea que las explicaciones tradicionales de los eclipses solares sugieren que el fenómeno ocurre porque una bestia mitológica se devora el Sol. Sin embargo, la bestia responsable de comerse al sol variaba según las tradiciones locales. Por ejemplo, en Vietnam se trataba de una rana mientras que en la región andina de América del Sur se creía que era un puma o jaguar.
La mitología China contaba sobre el feroz ataque de un dragón que desgarraban al Sol en los momento que el emperador tenía problemas con sus esposas. Para que vuelva la luz y el orden lanzaban flechas al aire y golpeaban tambores como rito para espantar al dragón y evitar que se coma al Sol. Otras de las civilizaciones más adelantas y estudiosas del cielo tuvo lugar en Egipto, una civilización que curiosamente casi no dejado ninguna referencia a los eclipses.
Para ellos, la serpiente Arpep, gobernante del mundo subterráneo y reina de la muerte, atacaba y hundía el bote en que navegaba entre los cielos el dios-sol Ra al momento de la ocultación momentánea del Sol. En la América precolombina también existen mitos y leyendas relativos al cosmos y los eclipses solares y lunares.
Los mayas y los aztecas dejaron escritas narraciones sobre combates estelares entre dioses por lograr obtener los mejores lugares en el universo. Por su parte, los incas creían que había un gran jaguar que atacaba a la Luna, por eso esta se volvía roja, durante los eclipses lunares. El problema era que también temían que ese hambriento jaguar pudiera bajar a la Tierra para comerlos a ellos.
Por eso solían realizar todo tipo de rituales para espantarlo. Es cierto que los eclipses han desempeñado un importante papel en la historia de la ciencia, quizá no tan relevante como el que a veces se piensa.
Pero es más cierto que donde los eclipses han sido reyes es en el ámbito de las creencias. Vistos por muchas culturas como anuncios de catástrofes, y por otras como sucesos regeneradores del mundo, también han sido aprovechados por quienes utilizando el conocimiento de cómo predecirlos se aprovechaban para perpetuar su poder religioso.Fin de la conversaciónEscribe un mensaje.
Con información de infobae