La directora del Instituto para el Cambio Medioambiental de la Universidad de Oxford, Friederike Otto, analiza cómo el calentamiento global afecta a fenómenos climáticos extremos como las sequías o las tormentas, pero admite que aún existen lagunas científicas al respecto.
El hecho de que el clima se haya calentado es difícil de experimentar para los humanos de primera mano, y ciertamente no podemos ver el aumento del dióxido de carbono en el aire con nuestros propios ojos. Para la mayoría de nosotros, el cambio climático se manifiesta y afecta nuestras vidas a través de fenómenos extremos olas de calor, tormentas, incendios forestales, inundaciones y sequías.
Sin embargo, esto no significa que todos los eventos climáticos extremos se estén haciendo más fuertes o más frecuentes. El papel desempeñado por el cambio climático en comparación con otros impulsores de catástrofes, ya sea la variabilidad natural de los sistemas climáticos o las transformaciones provocadas por el hombre, como la deforestación, dependen en gran medida del tipo de evento extremo, la parte del mundo y la estación en la que están ocurriendo.
Los científicos climáticos de atribución como yo pretenden cuantificar en qué medida altera el calentamiento global inducido por el hombre la probabilidad e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. En algunos casos, como las olas de calor en los veranos europeos, estamos hablando de un gran impacto. Por ejemplo, la ola de calor que recorrió Europa en julio de 2019, era hasta 100 veces más probable debido al cambio climático. En otros casos, el análisis muestra que el papel del cambio climático era muy pequeño: por ejemplo, las sequías recientes en Brasil se deben principalmente a otros factores.
Y en algunos casos ni siquiera sabemos cuál es el origen. Ya sea porque los datos y las herramientas que tenemos actualmente no son lo suficientemente sofisticados como para cuantificar el papel del cambio climático, como fue el caso de las sequías en África Oriental, o porque no se ha realizado ningún estudio. Este es el caso de muchos eventos climáticos extremos que ocurren en todo el mundo, porque los estudios de atribución siguen siendo relativamente raros y muy sesgados hacia los eventos que suceden en el mundo desarrollado.
Por ahora, el mapa todavía muestra un fuerte sesgo hacia los eventos en Europa, América del Norte y Australia, y también hacia las olas de calor. Sin embargo, con cada actualización el mapa es cada vez más completo, a medida que la ciencia evoluciona e incluye un conjunto más diverso de eventos.
La ciencia en las noticias
La última actualización incluye, por primera vez, estudios de atribución rápida, es decir, aquellos que se realizan durante o inmediatamente después de un evento climático extremo. En diciembre de 2015, participé en uno de los primeros estudios de este tipo, que descubrió que el cambio climático había provocado inundaciones a gran escala después de la tormenta Desmond. Un estudio más reciente analizó la tormenta tropical Imelda, que empapó Texas en septiembre de 2019, y descubrió que el cambio climático aumentó casi tres veces la cantidad de las precipitaciones.
Este tipo de estudios son importantes, ya que proporcionan evidencia científica mientras el evento aún está en las noticias y todos siguen prestando atención, no meses después del proceso académico de revisión por pares.
Pero esto también ha hecho que estos estudios sean algo controvertidos, ya que no pasan por una correcta revisión antes de su publicación. Para ayudar a abordar esto, los estudios de atribución rápida utilizan métodos revisados ??por pares, hacen que los datos estén disponibles públicamente y son enviados regularmente a revistas científicas una vez publicadas. Los análisis académicos posteriores demostraron que los estudios rápidos sobre la tormenta Desmond, las inundaciones en París y la ola de calor del Mediterráneo de 2017 han resistido el paso del tiempo. La inclusión de estudios de atribución rápida en el mapa de Carbon Brief refleja una aceptación cada vez mayor de estos métodos.
Estudios conservadores
La rama de la ciencia que se encarga de la atribución climática sigue siendo relativamente nueva y está lejos de ser perfecta. Algunos científicos han criticado los estudios de atribución, ya sean rápidos o tradicionales, por ser demasiado conservadores y subestimar el papel del cambio climático. También hay acusaciones de signo contrario, ya que algunos académicos señalan que estos estudios no son lo suficientemente cautelosos al comunicar la incertidumbre y, por lo tanto, pueden exagerar el impacto de la quema de combustibles fósiles en eventos climáticos extremos.
Subyacente a ambos argumentos está el hecho de que los modelos climáticos necesarios para los estudios de atribución a menudo no son tan buenos como uno quisiera. De hecho, en estudios recientes, mis colegas y yo descubrimos que los modelos climáticos subestimaron el aumento de las máximas de calor en Europa y Australia. Las temperaturas observadas, es decir, lo que sucedía en el mundo real, aumentaron el doble que las temperaturas predichas por los modelos.
Si los modelos no representan el calentamiento total visto en el mundo real, entonces los estudios de atribución solo pueden dar estimaciones conservadoras, e incluso demasiado conservadoras, del papel del cambio climático.
En general, si bien los modelos climáticos son muy buenos para representar cómo los aumentos en los gases de efecto invernadero afectan a las temperaturas promedio, son menos buenos para representar la relación con los eventos extremos locales. Aún así, los estudios de atribución siguen siendo nuestra mejor (y única) herramienta para comprender el impacto del cambio climático en el clima extremo y en nuestra vida cotidiana. Desempeñan un papel clave para ayudar a los que toman las decisiones a planificar o evitar un futuro en el que los fenómenos meteorológicos extremos sean más probables e intensos debido al calentamiento global. Esto es particularmente cierto si el papel del cambio climático se evalúa rápidamente y se incide en los factores que influyen en la vulnerabilidad y la exposición.
Los estudios de atribución también son muy importantes dentro de la ciencia del clima, ya que cierran la brecha entre las observaciones y las proyecciones del modelo. Prueban los modelos climáticos en un contexto del mundo real, lo que permite a los científicos comprender mejor dónde pueden tener más confianza en sus proyecciones y dónde se necesitan mejoras del modelo antes de que las proyecciones puedan usarse para la toma de decisiones.
Vía: Elagoradiario