Según la investigación, cuando la ionización en la atmósfera cambia, se afecta la cantidad de núcleos de condensación de nubes y las propiedades de las mismas.
‘Más núcleos de condensación significan más nubes y un clima más frío, y viceversa’, concluyó el trabajo.
Por otra parte, el estudio indicó que las interacciones entre iones y aerosoles pueden acelerar el crecimiento al agregar material a los pequeños aerosoles y así ayudarlos a sobrevivir para convertirse en núcleos de condensación de nubes.
‘Como las nubes son esenciales para la cantidad de energía solar que llega a la superficie terrestre, las implicaciones pueden ser importantes para nuestra comprensión de las variaciones del clima en el pasado y los cambios futuros,’ aseveraron los autores.
Vía: Crónica Digital /PL